La semilla de Terra Cura se plantó en el 2015, durante un puerperio. Fue entonces cuando se desarrolló la primera versión de las bombachas absorbentes, las bombachas de Luna, para recibir la sangre del posparto.
La idea nació en un momento de gran sensibilidad, del potencial del útero, el centro creativo femenino.
Hoy se compone de más úteros, con diferentes historias y luchas, pero con una fuerza común, coraje.
Mujeres valientes que se rinden al emprendimiento, la creatividad, la audacia y, sobre todo, el deseo de transformar la relación con el poder cíclico femenino.
Todas somos madres, porque inherentemente tenemos el poder de dar a luz a niños o ideas. Compartimos la sabiduría ancestral e instintiva de nuestra útera. En este y todos los días nos honramos, sentimos y nos nutrimos.
Nuestra red está compuesta exclusivamente por mujeres apasionadas por la vida y la naturaleza.
Creemos que la Tierra necesita una acción femenina consciente, alternativas de consumo sabio que sean socialmente enriquecedoras, ecológicamente respetuosas y económicamente saludables.
Nuestra bombachas siempre están cosidas con hilos rojos para recordarnos el valor de nuestra sangre que pulsa la vida y la importancia de estar siempre en conexión con lo femenino.
Y creemos que, al igual que el simbolismo, las intenciones son muy importantes, por eso las hacemos con intenciones de amor y curaY creemos que, al igual que el simbolismo, las intenciones son muy importantes, por eso las hacemos con intenciones de amor y cura.
No somos una gran empresa. Somos mujeres, madres, buscadoras, con el propósito de promover una alternativa de consumo respetuoso en todos los aspectos. Priorizamos el bienestar físico y emocional de todos los miembros de la red y en todas las etapas de fabricación de nuestros producto